45 minutos en la vida adulta dan para muchísimas cosas, pero a veces sentimos que la vida con niños los minutos vuelan y no rinden como antes. Nuestra propuesta es modificar esto, intentar que los minutos no solo rindan sino que valgan la pena. Sigue leyendo nuestra primera entrega de planes con niños en 45 minutos.

Ya estamos retomando nuevamente la rutina, los niños ya están en el cole y el año escolar ya ha comenzado. Nos preguntamos entonces si los planes con niños quedan en el olvido o si los podemos seguir manteniendo. No solo los planes con niños, sino todos los planes.

Quizás es verdad que organizar planes con los peques puede llevar un poco más de planificación, pero vamos que lo de dejar que la rutina nos absorba no tiene que ver con ellos sino con nosotros mismos.

Por esto, se nos ha ocurrido buscar planes con niños en 45 minutos. ¿Qué es esto? Pues creemos que dentro de la rutina podemos incluir pequeños planes que hagan la diferencia a nuestro día y a nuestro disfrute en familia. ¿Qué nos ha inspirado esto? ¡Los niños! Ellos ven la realidad con otros ojos así que decidimos hacer el ejercicio.

¿Empezamos con el primero? ¡Vamos allá!

45 minutos para hacer la compra con niños

Este es el momento en el que todos os estáis preguntando: ¿estáis locas? ¿hacer la compra con niños? Que sí, un voto de confianza, por favor.

El mercado, el supermercado o donde realicéis la compra es un lugar muy bueno para aprender jugando, tomar conciencia y reforzar valores. ¡Y para divertirse también!

Desde el principio de nuestra visita al supermercado nos podemos divertir. Antes de ingresar, uno de los juegos que más nos mola hacer con nuestros peques es simular que tenemos superpoderes y que podemos abrir la puerta con ellos. Probadlo, que veréis cómo les gusta.

Hablamos también de aprender jugando. Aprovechando que están los carteles de con letras y números grandes, y muchas veces a la altura de sus ojos, podréis practicar las letras y números, la lectura y las matemáticas. Si vuestros hijos son más pequeñines, un truco es ir aprendiendo una letra por visita y asociada a un producto. Por ejemplo: “A” de arroz, de aceite, de algodón y así sucesivamente.

Dependiendo de la hora que hagáis la compra, habrá más o menos gente, pero siempre la habrá. Por lo tanto, es un buen momento para repasar y aprender modales, sobre todo los más peques. Esperar en la fila, respetar el turno, pedir permiso, dar las gracias, preguntar con amabilidad y respeto.

Hablando de turnos, podréis darles ciertas responsabilidades, siempre teniendo en cuenta la edad del niño y lo cómodo que se siente haciendo las cosas por su cuenta en un lugar ajeno a casa. Pero si le mola, podéis pedirle que coja el número en la charcutería, que elija la fruta que se vea en mejor estado, encontrar el pasillo de los lácteos; siempre bajo la atenta mirada de un mayor.

Estos pequeños desafíos le permitirán entretenerse, focalizar en una tarea concreta, resolver la situación y sentirse bien con el resultado. Al principio será mejor no presionar, poco a poco, como todo “juego”.

Si sois una familia que a veces os cuesta elegir qué comer y no caer en lo mismo todos los días o incluso si alguno de vuestros peques da un poco de guerra con el tema de la comida, organizar y decidir juntos qué comer puede mejorar la situación. Probablemente os sorprenderéis de las ideas chulísimas que saldrán de ese trabajo en equipo.

Muchas otras cosas os irán ocurriendo y lograréis hacer de la rutina un plan con niños y disfrutar en familia, o al menos hacerlo menos tedioso.

¿Qué otros juegos, tareas y actividades se os ocurre para hacer en un supermercado?

En POiN trabajamos para hacer más fácil la vida con niños, por eso nos ponemos manos a la obra para buscar planes, lugares y actividades para toda la familia. Queremos redescubrir la ciudad con niños, hacerla nuestra y disfrutar al máximo.

¡Descubre, reserva y disfruta con POiN!